Las Lagunas de Villafáfila: 6 razones para visitarlas más de una vez
Si aún no conoces la Reserva Natural de Las Lagunas de Villafáfila ¿a qué esperas? Este paraje zamorano que alcanza once términos municipales con una extensión de casi 33.000 hectáreas es visita obligada en la provincia de Zamora. Los amantes de la naturaleza disfrutarán allí de un paraíso en el que perderse y sentir a cada paso.
Un oasis en el desierto
En plena Tierra de Campos, las Lagunas de Villafáfila emergen para romper con el paisaje típico. Como un oasis en el desierto, el agua brota entre el campo de secano en determinadas épocas del año. Porque las Lagunas son así, temporales y de carácter salino. De poca profundidad, su caudal varía a lo largo del año empezando a llenarse con las primeras lluvias del otoño para secarse en los meses más calurosos. Unos humedales que dan refugio a una ingente población de aves que busca allí cobijo en determinados meses.
6 razones de peso para visitar las Lagunas de Villafáfila (aunque podríamos darte muchas más)
1ª Razón: Observar el paisaje de la zona. Suave, apenas sin pendientes, donde el horizonte se pierde en la lejanía. Un paseo por el complejo lagunar formado por la Laguna Grande (al sur Villafáfila), la Laguna de Barillos (al sur de Revellinos y al este de Villafáfila) y la Laguna de las Salinas (Villarrín de Campos y Villafáfila). Un complejo que difiere de su extensión a capricho del tiempo. Cabe destacar que, algunos años de precipitaciones máximas, la zona de las lagunas ha llegado a alcanzar casi 600 hectáreas.
2ª Razón: Descubrir distintas variedades de aves que llenan de color la Reserva Natural. Además, de las avutardas que permanecen en las tierras de secano y que, indudablemente, han asociado su imagen a la zona. Una población de avutarda considerada una de las mayores que se pueden localizar en Europa.
¿Sabías qué en las Lagunas de Villafáfila concentran casi la mitad de todas las aves acuáticas censadas en la comunidad de Castilla y León?
Sus habitantes…
La cigüeña blanca, la cigüeñuela, el pato cuchara, el aguilucho lagunero, la avoceta, el zampullín, la pagaza piconegra, el chorlitejo chic, la avefría, el azulón… son algunos de los singulares habitantes nidificantes. Pero, también se encuentran las aves invernantes como, por ejemplo; el ánsar común, el ánade friso, la grulla, la espátula y la cerceta común.
3ª Razón: Apreciar como la vegetación se mezcla independientemente de su origen para convivir junta en el centro de la Reserva Natural. Es allí, en los prados y las lagunas salinas donde se rompe la monotonía de la llanura cerealista para ofrecer mayor riqueza de especies. Especies condicionadas al clima que son propias de bordes marinos junto a otras de zonas continentales. Por todo ello, las Lagunas han sido foco de muchos estudios que les han otorgado gran relevancia a nivel internacional.
Y seguimos…
4ª Razón: Disfrutar de su belleza al amanecer y con la puesta de sol. La zona muestra un encanto mucho más especial en estos dos momentos. Una ocasión perfecta para desconectar del ajetreo del mundo y reconectar con el entorno más cercano. Para sentir la paz y disfrutar sin prisas de la magia de la naturaleza. Además, podrás hacer unas fotos chulísimas para presumir en redes sociales.
5ª Razón: Valorar la arquitectura popular de adobe y tapial de las localidades de la zona. Construcciones que se caracterizan por emplear la tierra como la principal materia prima. Junto al agua y la paja y tras un extenso tiempo de secado al sol dan forma a los típicos adobes. Los tapiales surgen cuando la tierra es aplicada en capas alternas con cal dentro de un encofrado. Destacan los palomares perdidos en la meseta para prestar regazo a los nidos de las palomas.
6ª Razón: Estimar los tesoros artísticos que se esconden en los pueblos de alrededor buceando entre sus tempos e iglesias. Un paseo en el que aprovechar para impregnarse de la cultura de la zona y las costumbres de sus gentes.
Ahora que ya lo tienes claro y quieres acercarte a visitar la zona, la pregunta es… ¿Cuándo visitar las Lagunas de Villafáfila?
Entre los meses de noviembre y febrero, las Lagunas de Villafáfila alcanzan el mayor número de visitantes. Ya que es en estos meses cuando cuentan con mayor población de aves. En torno a más de 20.000 ánsares que llegan desde el norte de Europa. Este año, las lluvias y el frío han aumentado la llegada de grullas y ánsares y se espera que se alcance una mayor concentración de aves en la reserva durante los meses de diciembre y enero. Como curiosidad, se han visto ya algunas especies curiosas como ánsares caretos grandes de los que se han avistado hasta 22 ejemplares. También destacan dos ejemplares de ánsar campestre de la taiga y un ejemplar de falaropo picogrueso.
En el último censo realizado en diciembre de 2022, se han contabilizado 25.000 ejemplares. Destacan los más de 9.500 chorlitos dorados europeos y las 8.757 avefrías. En total, se han censado 31 especies que pasarán el invierno en la Reserva para el disfrute de los visitantes.
A la hora de recorrer la Reserva de las Lagunas se recomienda seguir dos itinerarios principales. Uno más enfocado al paseo a pie y otro para realizarlo en coche, moto o bicicleta.
Si vas a visitar por primera vez las Lagunas de Villafáfila, lo mejor es acercarse primero a la Casa del Parque ‘El Palomar’ de la Reserva Natural de las Lagunas de Villafáfila. Un lugar en el que los visitantes pueden obtener más información para organizar su visita y aprovecharla al máximo.
La Casa del Parque está abierta de viernes a domingo. Su horario es de 10:30 a 14:30 horas y de 16:00 a 19:00 horas. (Más información en el teléfono 980 58 60 46)
El precio de entrada es de 2 euros el público general. Los niñas y niñas de entre 5 y 12 años, pagan 1,50 euros.
Visitas concertadas para grupos mediante cita previa
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