Monasterio de Moreruela: Curiosidades de una visita imprescindible

El Monasterio de Moreruela es una de las visitas que no pueden faltar en la ruta por la provincia de Zamora. Un lugar especial que cautiva a todo aquel que se acerca hasta sus ruinas. La espectacularidad que se aprecia, a día de hoy, del Monasterio de Santa María de Moreruela dan fe de la grandeza del que fuera una de los monasterios más influyentes y poderosos de España.

Localización del Monasterio de Moreruela

El Monasterio de Santa María de Moreruela se ubica en la comarca de Tierra de Campos en la provincia de Zamora, cercano al municipio de la Granja de Moreruela. Es sencillo llegar hasta la zona ya que está indicado tras rebasar el pueblo zamorano, más o menos a unos tres kilómetros del mismo. La finca en la que se emplaza recibe el nombre de ‘La Guadaña’.

Historia del Monasterio de Moreruela

El origen del Monasterio de Moreruela está ligado a San Froilán quién más tarde sería Obispo de León y quién sería el fundador de la orden a finales del siglo IX. Según los historiadores, en el año 985 se trasladaría al emplazamiento en el que entonces se encontraba el llamado Monasterio de Santiago de Moreruela. La comunidad permaneció allí hasta que Alfonso VII cediera a los monjes un amplio termino en la villa de Moreruela de Frades en 1143.

La comunidad iniciaría a partir de entonces su expansión con la afiliación al monasterio Claraval de Francia y el cambio de nombre por el de Santa María. Su influencia alcanzó su mayor auge a finales del siglo XIII debido a las importantes donaciones que recibían no solo de la realeza sino de nobles e incluso, campesinos. Un poder económico que aumentaron también gracias a su economía de trueques y compras. Una comunidad de unos cuarenta monjes, más conversos y siervos, que rentabilizó sus recursos en torno al río Esla, su agricultura y su ganadería, poseyendo molinos, villas, casas y aceñas en Zamora pero también en Salamanca e incluso en Bragança.

El inicio del declive

La orden cisterciense no fue ajena a la crisis de los siglos XIV y XV de la que se fue recuperando poco a poco hasta conseguir alcanzar la prosperidad en el siglo XVIII.    

La Guerra de la Independencia en 1808 afectó gravemente al monasterio que fue ocupado tanto por las tropas nacionales como por las francesas. El inicio de la desamortización en España vaticinó el fin del esplendor de la orden cisterciense.

El año 1835 marcó un antes y un después en el monasterio zamorano. Año en el que la docena de monjes que aún residían allí fueron expulsados definitivamente, desencadenando el desmantelamiento continuado de todo el lugar. Un monumento del que solo se conservaron en los años sucesivos aquellas zonas que serían útiles para sus nuevos propietarios. Espacios que se destinaron a cuadras, viviendas de vaqueros o graneros.   

Recuperación del Monasterio de Moreruela

En el año 1931 el Monasterio de Santa María de Moreruela fue catalogado como Monumento Histórico Artístico. Sin embargo, no fue hasta el año 1994 cuando fue adquirido por la Junta de Castilla y León con el fin de recuperar el espacio frenando el estado ruinoso para comenzar un trabajo de excavación arqueológica, documentación e intervención.

Impresionante monumento

El conjunto monástico cisterciense cuenta con varias zonas. Su estilo es característico de la arquitectura cisterciense con transición al arte gótico.

La iglesia

La iglesia del Monasterio de Moreruela se caracteriza por su arquitectura románica aunque tiene algún detalle del arte gótico. Tiene tres naves, un amplio crucero y una enorme cabecera. Impresionante la capilla que se sustenta con ocho columnas. Una impresionante obra que fue realizada por canteros profesionales tal y como reflejan las marcas que se pueden observar grabadas en la piedra.

El claustro

El claustro medieval acoge una de las zonas también destacadas del monasterio: la sala capitular. Allí, se reunían todos los días los monjes para tratar los asuntos relevantes de la orden. Además, leían y comentaban los capítulos de la regla monástica. Desde allí, se podía acceder al dormitorio de los monjes en el que se aprecian las zonas de las celdas.

Otro lugar destacado era el locutorio donde los monjes podían hablar y el prior distribuía las labores diarias. También de gran importancia era la sala de monjes en la que copiaban los antiguos manuscritos, además de llevar a cabo otras actividades. Una sala que comunicaba directamente con la huerta.

Curiosidades del Monasterio de Moreruela

Las marcas de los canteros profesionales que realizaron la obra y que hoy se pueden ver grabadas en las piedras. Símbolos que en muchos casos significaban el trabajo realizado por cada uno.

Aunque ahora solo se pueda ver su esqueleto, la iglesia era la zona más importante para los monjes. En torno a siete veces acudían al templo en el que se encontrarían esculturas y sepulcros de nobles que sostuvieron económicamente el monasterio con sus donaciones.

Había diferentes puertas por las que se podía acceder a la iglesia. puertas con distinto significado y función según el lugar al que comunicará: la sacristía, el dormitorio de los monjes, el cementerio, a la torre… pero también puertas exclusivas para los monjes, los conversos o el pueblo. Así, existió una reja en el medio de la nave central para separar al pueblo de los monjes.

En la sala capitular se enterraban a los abades ya que era considerada de gran privilegio para los particulares.

Monasterio de Moreruela: Horario de visita

El Monasterio de Santa María de Moreruela se puede visitar de forma gratuita de martes a domingo en los siguientes horarios según la temporada del año.

• Desde el día 1 octubre al día 31 marzo, de 11:00 a 17:30 horas
• Del día 1 abril al 30 septiembre, de 10:00 a 14:00 y 16:00 a 20:00 horas.

Los lunes y martes está cerrado al público.

Guía práctica para visitar el Monasterio de Moreruela