Quintanilla del Olmo te guía por el ‘Camino de la Felicidad’
Nada más llegar hasta Quintanilla del Olmo te encontrarás con la bienvenida de Quinta y Olmo. Una pareja de bidones que tienen vida propia y que saludan a todos los visitantes que se acercan hasta la localidad zamorana.
Una bienvenida muy particular que ya demuestra la hospitalidad de este municipio de la provincia de Zamora de apenas medio centenar de habitantes. Pero hay más. Si sigues paseando te encontrarás con el ‘Camino de la Felicidad’. Un sendero que nació tras el confinamiento a iniciativa de un vecino que quería animar al resto de habitantes a vencer el miedo y salir a pasear.
“En este camino ponemos nuestras piedras llenándolo de la alegría que sentimos al volver a pasear”
Esta es la leyenda que reza en el cartel en el que se inicia el ‘Camino de la Felicidad’ de Quintanilla del Olmo. Un camino que ha ido creciendo con piedras de distintos tamaños y formas, pero todas decoradas por sus vecinos.
Un ameno paseo en el que es imposible que no se te ponga una sonrisa en la cara al descubrir la unión de sus habitantes frente a los malos tiempos. Y es que por algo es el Camino de la Felicidad.
Creativas piezas con materiales reciclados
Pero la originalidad de los vecinos de Quintanilla del Olmo no termina aquí. Pasear por el pueblo zamorano es cómo disfrutar de una exposición al aire libre realizada con distintos materiales reciclados.
Uno puede ver una curiosa estación meteorológica o divertidos muñecos en sus tejados hechos a base de vasos de plástico o latas. Y para reposar del paseo, si el tiempo acompaña, te puedes sentar en la zona chill out. Un rincón en el que se han instalado unos bancos construidos con palés y una decoración de lo más colorida; tapacubos que han servido para crear un jardín de flores.
Una creativa muestra que alegra la vida de los habitantes de Quintanilla del Olmo y de todo el que se anima a acercarse hasta allí. Pero en el pueblo, también podemos disfrutar de otros monumentos.
¿Qué ver en Quintanilla del Olmo?
La portada de estilo gótico de la Iglesia de San Babilés es una de las paradas destacadas de la ruta por el pueblo. Y en su interior, el retablo procedente de la iglesia de San Lorenzo de Villalpando. Un retablo barroco que sustituyó al anterior trasladado hasta la Catedral de León por su impresionante valor gótico hispano-flamenco.
Otro lugar al que acercarse en Quintanilla del Olmo es la Ermita del Cristo de la Luz. Si entras, apreciarás un retablo de gran valía.
Fiestas en Quintanilla del Olmo
El día 24 de enero, los habitantes de Quintanilla del Olmo honran a su patrón, San Babilés. La festividad se inicia con la tradicional misa en honor a San Babilés. No faltan en este día, los dulces y bollos que se llevan a la iglesia para que sean bendecidos y degustarlos después con amigos y familia.
‘La Rogativa’ del 1 de mayo también es fiesta grande en Quintanilla. Un día de unión entre Quintanilla del Olmo y la localidad de Prado. La romería sirve para hermanar a las dos localidades de Tierra de Campos y disfrutar de un jornada festiva.
Semana Santa es otro de los festejos importantes en la localidad zamorana. Principalmente, el Viernes Santo cuando los vecinos sacan a la imagen del Cristo de la Luz por las calles en la llamada procesión de las hogueras.
Espectacular, los vecinos de quintanilla, un pueblo donde pase buenos momentos con mi familia.
El camino de la felicidad de Quintanilla del Olmo es un buen ejemplo de cómo son sus vecinos 🙂